La impresión 3D da sus primeros pasos de eficiencia en la industria del calzado

Empresas y proyectos pioneros abren camino en un territorio que permite reducir costes, experimentar con nuevos patrones y avanzar en la personalización

La impresión 3D da un brillo de personalización al sector joyero

El proyecto ECOFAP del Centro Tecnológico del Calzado de La Rioja busca la valorización de residuos de piel curtida para desarrollar materiales con los que fabricar suelas y tacones con fabricación aditiva FDM

Comodidad, personalización y sostenibilidad son rasgos que definen el uso de la impresión 3D en el calzado. Lo que hace unos años era algo bastante poco común, ahora se ha vuelto una apuesta clara de muchas marcas. Es también una línea de estudio en muchos centros de investigación y ya hay empresa de calzado que tienen la impresión 3D en su ADN. No obstante, sigue siendo una tecnología emergente en la industria del calzado.

En el Centro Tecnológico del Calzado de La Rioja (CTCR) llevan varios años trabajando en investigaciones relacionadas con la impresión 3D. La primera de ellas fue DIFAOP3D, con el objetivo de facilitar a podólogos y médicos especialistas un nuevo procedimiento de diseño y fabricación de órtesis plantares mejores para el paciente. Para reducir los tiempos y costes de producción de estos dispositivos ortopédicos se apostó por la impresión 3D como la tecnología de fabricación aditiva por excelencia. Continuaron con ECORIOFAB, donde el principal elemento innovador se basó en la obtención de una nueva gama de materiales compuestos por residuos provenientes del calzado, como consecuencia de su fabricación o futura reutilización. Se utilizaron diversas técnicas de tratamiento de residuos, combinadas con la fabricación aditiva o impresión 3D de materia prima consumible. Ahora están más centrados en el proyecto ECOFAP, que busca la valorización de residuos de piel curtida del sector del calzado para desarrollar nuevos materiales con los que confeccionar suelas y tacones con fabricación aditiva FDM.

«Estamos metidos en diseños de suela, las adaptamos, escuchamos a los clientes. Y una vez con los diseños, las imprimimos con materiales base para que las puedan ver y decidir qué cambios necesitan», indica Alfonso Pascual, responsable de Fabricación Aditiva del CTCR. En este centro tecnológico trabajan en dos líneas diferentes. Por un lado, por proyectos presentados por los clientes, que ellos analizan y evalúan si avanzan o no, y por otro, cuando la idea surge del propio centro. «También realizamos servicios con un desarrollo corto, cogemos la idea, la diseñamos y la materializamos», aclara el responsable. Pascual resalta la importancia de la impresión 3D para las empresas de calzado, especialmente las que tienen estructuras pequeñas. «Reducen mucho el tiempo y la inversión», afirma, y no tiene dudas de que esta va a ser la tendencia del sector una vez que la innovación es clave para competir con los asiáticos.

La marca española Fick Company destaca por su enfoque innovador en la industria del calzado, incorporando impresión 3D en la fabricación de sus suelas. Desde el primer modelo, la tecnología ha sido un pilar clave en el diseño de las zapatillas de esta marca, permitiéndoles desarrollar suelas con estructuras más ergonómicas, optimizadas para la comodidad y la durabilidad. «Más allá de ser un simple método de fabricación, la impresión 3D nos da la libertad de experimentar con formas, patrones y ajustes que serían imposibles con técnicas tradicionales», afirma Kike Millán, cofundador de Fick Company. Asegura que cada suela que diseñan es una evolución sobre la anterior, «y gracias a la flexibilidad que nos da el 3D, hemos desarrollado tres sistemas diferentes de suelas hasta la fecha. Siempre en constante revisión y mejora de sus cualidades».

Desde que lanzaron su primer modelo en 2018, han evolucionado en tres direcciones principales: optimización del diseño, mejora en los materiales y evolución de las máquinas. «Gracias a la tecnología, hemos perfeccionado las estructuras para ofrecer máxima comodidad y resistencia, manteniendo un peso ligero», subraya el cofundador. En relación a los materiales, han encontrado combinaciones más flexibles y duraderas, «optimizando la sensación al caminar», añade. Y en su maquinaria de impresión 3D han incorporado sistemas y procesos de última generación, con más precisión, velocidad. «Ahora podemos producir más rápido y con una calidad superior», afirma Millán, quien recuerda que son los creadores de las máquinas con las que producen sus propias suelas.

Jaime Labanda (izq.) y Kike Millán (dcha.), cofundadores de Fick Company. Esta empresa lanzó las primeras zapatillas españolas fabricadas con tecnología 3D y materiales 100% reciclables. Inicia ahora su crecimiento a través de franquicias de la mano de MundoFranquicia y Alfa F, tras consolidar su flagship store en Gran Vía 54, Madrid

El cofundador de Fick Company recuerda que muchas marcas han explorado el 3D, pero en su mayoría solo para prototipos o ediciones limitadas, ya que la producción a gran escala sigue dependiendo de métodos tradicionales. Sin embargo, «a medida que la tecnología avanza y los costos bajan, cada vez más marcas están considerando el 3D como una alternativa viable. Creemos que en unos años veremos un crecimiento exponencial en el uso de esta tecnología en el sector», resalta. Reconoce también que los clientes reaccionan con sorpresa ante este producto. «Muchos entran en la tienda atraídos por el diseño y los colores de nuestras zapatillas, pero cuando las prueban y sienten la comodidad, se convencen al instante», puntualiza.

Las experiencias con esta tecnología se multiplican, aunque no todas llegan al mercado. En ITMA 2023, la feria del sector de tecnología textil y prendas de vestir, Decathlon presentó un innovador calzado deportivo creado mediante impresión 3D, en colaboración con HP y el Grupo Lonati. Se usó la tecnología Multi Jet Fusion (MJF) de Decathlon y las máquinas para fabricar empeines de calzado de Lonati. Este calzado combina el calcetín elaborado por Lonati con una entresuela y suela producidas con una impresora 3D de última generación de HP. Todo ello junto ofrecía confort, ligereza, rendimiento y calidad. Sin embargo, Decathlon acabó por no comercializar este prototipo.

HP colabora con líderes del sector para impulsar la escalabilidad, la personalización y la sostenibilidad. Un ejemplo destacado de esta apuesta es su colaboración con Brooks Running, donde la tecnología Multi Jet Fusion (MJF) de HP permitió la creación de la zapatilla de running Brooks Exhilarate-BL. «Este calzado de alto rendimiento incorpora una entresuela impresa en 3D que proporciona a los corredores una experiencia de ligereza, respuesta y propulsión», explica Don Albert, director de Calzado en HP. Aprovechando la precisión y la flexibilidad de los materiales de la tecnología MJF, «Brooks ha conseguido mejorar el retorno de energía y optimizar el rendimiento sin las limitaciones de la fabricación tradicional», añade. Paralelamente, la colaboración de HP con Something Added está ampliando los límites de la producción escalable de calzado impreso en 3D. «A medida que el sector avanza hacia la fabricación localizada y bajo demanda, Something Added integra la tecnología de HP para crear componentes de calzado personalizados y de alto rendimiento a gran escala», resalta. Se está produciendo un cambio de la producción en masa tradicional hacia un enfoque más ágil, bajo demanda, local y sostenible.

En 2021 Adidas también presentó las 4DFWD, unas nuevas zapatillas de alta tecnología cuyas suelas están impresas en 3D, mejorando la amortiguación un 23%. Ahora trabaja para lanzar este año zapatillas 3D, sostenibles y sin costuras. Nike, por su parte, sacó al mercado su primera zapatilla impresa en 3D el año pasado, las Nike Air Max 1000.

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