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EL PAÍS

La Tate londinense devuelve a los herederos de un coleccionista judío un cuadro robado por los nazis

‘Eneas y su familia huyendo de Troya en llamas’, obra del siglo XVII del inglés Henry Gibbs, pertenecía a Samuel Hartveld, que huyó de Amberes tras la invasión alemana en la II Guerra Mundial

'Eneas y su familia huyendo de Troya en llamas'

Un cuadro del siglo XVII, Eneas y su familia huyendo de Troya en llamas, del pintor inglés Henry Gibbs, robado por los nazis en 1940 a un coleccionista de arte judío en Bélgica, Samuel Hartveld, será devuelto a sus descendientes, anunció el sábado el Gobierno británico. Hartveld y su esposa se encontraban entre quienes escaparon de la persecución nazi durante la II Guerra Mundial al abandonar Amberes (Bélgica), con lo que dejaron atrás numerosas pertenencias, entre ellas este óleo, de 1654, que representa la historia mitológica de Eneas, el héroe troyano que escapa con su familia del asedio griego a Troya. La obra, adquirida por la Tate londinense en 1994 a la galería Jan de Maere, de Bruselas, no se expone actualmente.

Tras recibir en mayo de 2024 una reclamación en representación de los herederos de Hartveld, el Comité Asesor de Expoliación, un organismo independiente británico creado en el año 2000 para revisar las denuncias de robos nazis de arte, inició una investigación que ha dado como resultado que el Gobierno ordené la devolución de la pintura a los bisnietos del coleccionista judío. “La propiedad, la biblioteca y las pinturas de la galería [de Hartveld] fueron saqueadas en un acto de persecución racial”, informó el comité, que considera que los argumentos legales y morales para devolver la obra eran “obvios”.

Los herederos de Hartveld han manifestado en un comunicado su gratitud por esta decisión, que supone un reconocimiento de la “terrible persecución nazi de Samuel Hartveld”. Mientras que la directora de la Tate, Maria Balshaw, declaró que es ”un gran privilegio ayudar a reunir esta obra con sus legítimos herederos”, aunque ha añadido que “la procedencia de la obra se investigó exhaustivamente cuando se adquirió en 1994, pero se desconocían datos cruciales sobre su anterior propietario”.

El comité asesor, compuesto por 10 miembros, aborda las reclamaciones de cualquier persona que quiera recuperar bienes culturales perdidos durante la época nazi y que formen parte actualmente de una colección pública británica. Además, una ley de 2009 permite a las instituciones británicas devolver objetos relacionados con el Holocausto, si el ministro de arte está de acuerdo con la recomendación realizada por el comité. En este caso, el titular de la cartera, Chris Bryant, ha dicho que la decisión es “absolutamente acertada”.

Sin embargo, otras leyes del país prohíben a los grandes museos británicos devolver piezas que son objeto de reclamaciones relacionadas con la época del dominio colonial.

Este caso, remite al litigio que se mantiene por la obra Rue Saint-Honoré por la tarde. Efecto de lluvia (1897), de Camille Pissarro, actualmente en la colección del Museo Thyssen-Bornemisza, de Madrid, que reclaman desde hace décadas los herederos de Lilly Cassirer, propietaria a quien se lo expoliaron los nazis a principio de la II Guerra Mundial. El óleo fue pintado por el maestro impresionista y vendido por su galerista en París en 1900 a los Cassirer, familia judía alemana de empresarios y amantes del arte. En el último episodio, por ahora, de este asunto el Tribunal Supremo de Estados Unidos emitió el 10 de marzo una orden para devolver el caso a un tribunal de apelaciones que tiene jurisdicción sobre la Costa Oeste del país para que decida si es de aplicación o no una ley recientemente aprobada en California, que es ventajosa para los demandantes.

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