La ausencia de un reglamento impide que los municipios turísticos reciban ayudas del Consell

"Durante 1999 tenemos que dedicarnos a trabajar la asignatura". Roc Gregori, subsecretario y máximo responsable de la Agència Valenciana de Turisme, se expresó ayer con meridiana claridad. La ley de municipios turísticos, aprobada el 21 de mayo carece de un reglamento que la desarrolle, ninguna de las 30 corporaciones que han solicitado la calificación de turística ha sido atendida todavía y las subvenciones "parciales" para paliar el esfuerzo presupuestario "adicional" de las localidades turísticas no serán efectivas, en ningún caso, antes del año 2000.

La ley de municipios turísticos fue elaborada con el objetivo de compensar desde la Administración autonómica el sobreesfuerzo presupuestario que deben acometer ciertas localidades para atender a los visitantes a los que no se puede exigir que cumplan obligaciones tributarias. La ley establece regulaciones para las empresas del sector, impone ciertos criterios de disciplina y exige ciertas responsabilidades de los profesionales hacia los consumidores. Pero la corresponsabilidad fiscal de la Generalitat con los municipios que se convierten en destino preferente era pieza clave. Los convenios previstos entre la Generalitat y las corporaciones municipales por la nueva normativa para sustentar un sector básico de la economía valenciana son de tres tipos. La Administración autonómica prevé subvenciones para garantizar la competitividad de las localidades a través de la mejora de ciertas dotaciones urbanas; también ofrece sus medios para garantizar la promoción de las localidades turísticas a través de fórmulas para cofinanciar la comercialización; pero, sobre todo, establece teóricamente compensaciones financieras desde los presupuestos de la Generalitat a los municipios que se ven obligados a invertir por encima de la media en partidas como seguridad y vigilancia, asistencia pública en zonas de uso turístico, o limpieza y mantenimiento de playas u otras parcelas. La norma fue aprobada en mayo de este año, pero todavía está pendiente de un reglamento que la desarrolle y permita su efectiva aplicación. Una treintena de municipios han solicitado ser calificados como turísticos para poder acceder a las ayudas oficiales. La adhesión es voluntaria a partir de la decisión mayoritaria del pleno de la corporación y corresponde al Consell estimar la solicitud. Hasta la fecha ningún municipio ha recibido respuesta. Roc Gregori mantuvo una reunión ayer con los miembros de la comisión de turismo de la Federación Valenciana de Municipios y Provincias para definir qué partidas de los presupuestos municipales deben ser compensadas por la Generalitat. Gregori explicó que se persigue una fórmula equitativa para "evitar equívocos", pero las complicaciones surgidas al respecto no se resolverán antes de una próxima reunión, probablemente en enero, que debe definir el reglamento pendiente de la ley. La norma establece que la compensación del sobreesfuerzo presupuestario de los municipios turísticos será "parcial". Corresponde al Consell fijar el porcentaje a compensar, pero todavía no se ha definido la proporción, según explicó Gregori. Finalmente, las ayudas sólo se tramitarán cuando los municipios calificados como turísticos justifiquen los gastos correspondientes en los presupuestos liquidados del ejercicio anterior. La convocatoria para acceder a los convenios con la Generalitat se elaborará a principios de año, con los "plazos correspondientes", en palabras de Gregori. Si los plazos se cumplen de acuerdo con las previsiones del responsable de la AVT, las primeras ayudas del Consell deberían dotarse en el presupuesto correspondiente al año 2000. Después de seis meses de parálisis, es evidente que corresponde a la AVT "trabajar la asignatura" para dotar de contenido la ley de municipios turísticos.